Diaplerons, duendecillos de los Pirineos



Ha nevado en el Valle de Neruey, y con la nieve llegan a las casas las largas veladas frente al fuego.
Entra y notarás el calorcito...

miércoles, 11 de noviembre de 2009

En busca de las hadas.

Después del apasionante trabajo con los Diaplerons, el destino me ha llevado a viajar a lugares privilegiados donde las leyendas sobre las hadas todavía viven en la imaginería popular de la gente.



la Isla de Man





La Isla de Man es una isla británica, una Dependencia de la Corona Británica, es decir que no forma parte del Reino Unido. Una isla situada en un lugar intermedio entre Irlanda y Gran Bretaña.
Ha habido épocas en las que se ha creído que el país de las hadas era un lugar geográfico concreto, pues bien los británicos decían que la isla de las hadas era la isla de Man.











Hay gente que asegura que las ha visto e incluso han dado detallada cuenta de como vestían: con lana sin teñir y con pequeños gorros rojos puntiagudos o hay quien, las ha visto con la piel grisácea y vestidas de azul.
Las hadas de la Isla de Man muestran una actitud amable hacia los humanos, ya que suelen salir a la superficie poco antes de la tempestad y avisar a los pescadores de los peligros que corren..
Tampoco es infrecuente que se enamoren de varones humanos, como cuentan algunas leyendas y hay otras leyendas que las convierten en musas protectoras de artistas y poetas, que si otorgan la gloria, acortan la vida de sus elegidos.
 
Pero es que no solo es el lugar donde habitan las hadas, es el lugar privilegiado y elegido para morar por el mismo dios del Mar, Manannan.

Mananman era el dios protector de los comerciantes que cruzaban los mares para establecer rutas comerciales. Era un buen observador del cielo y la atmósfera y a veces se le consideraba también druida. Entre sus posesiones están un caldero de inagotable alimento así como un importante numero de vacas que dan leche sin parar. En la isla de Man fue considerado su rey y aún aquí se puede admirar su tumba. Entre algunas de sus representaciones aparece con un casco flamígero, un escudo invencible y un manto que le hace invisible. Su espada, igualmente que otros dioses, no falla jamás y su nave, sin remos ni timón, se desplaza sola hacia sea, apaciguando las tormentas a su paso.


 
Desde hace siglos se cree que esta isla esta protegida por el dios Manannan, y todavía hoy la protege con su manto de niebla cuando algún peligro acecha a la isla y a sus habitantes.
En este país, donde todavía se cree en las hadas, hay puntos localizados donde se puede ir a visitar estos.

En forma de expedición fuimos a recorrer el camino hasta llegar al puente de las Hadas, The Fairy Bridge. Tras coger un precioso tren que me recordaba a Eleonora, llegamos a la carretera A5 entre Douglas y Castletown, un recorrido peligroso lleno de mucho tráfico.

Se dice, que es de extremada mala educación no saludar a las hadas al cruzar el puente, a parte de que trae muy mala suerte. Al pasar por este se tiene que decir "Moghrey mie/fastyr mie Mooinjer Veggey" en lengua gaelica o "Good morning/good afternoon Little People" dependiendo de la hora a la que cruces.

El puente encalado en blanco, llama la atención desde lejos entre tanto verde.
Costó llegar debido a la peligrosidad del recorrido pero una vez allí, uno a uno colgamos nuestros deseos en el árbol mágico.
El árbol estaba repleto de cartas, regalos y cintas de todos los colores que otros habitantes de la isla o viajeros habían dejado para las hadas.
Yo también pedí el mí y a dia de hoy ya se me ha cumplido el deseo.