Onso es uno de los protagonistas de nuestro cuento. Es un personaje inspirado en los osos pardos de los Pirineos. Esos que desaparecieron por nuestra causa y que el gobierno francés decidió reintroducir en la cordillera. Leí en un libro ("Montreurs d´ours", de Gastou, ed. Loubatières, Toulouse) que en el valle de Ariège los osos habían sido domesticados desde el siglo XVIII para su exhibición en pueblos y ciudades. La miseria empujó a que en casi todas las familias del valle hubiera por lo menos un miembro dedicado a mostrar osos por el mundo. Primero atrapaban un osezno y le enseñaban a convivir con el hombre y algunos trucos (no tantos como los zíngaros, expertos en hacerles bailar). Después se dedicaban a viajar acompañados por su oso, durmiendo donde les dejaban, metidos en las bodegas de los barcos y en los vagones de animales. Cuando el oso que habían criado y con el que habían recorrido miles de kilómetros envejecía, los duros hombres de Ariège lo vendían para aprovechar su carne y su piel. A veces la compasión superaba al hambre y el oso era jubilado en el zoo de una gran ciudad. Los osos de Ariège viajaron a Londres, a Australia... y alguno se quedó en el zoo de Nueva York.
Hay muchas leyendas y cuentos de osos pirenaicos,
http://www.serrablo.org/boletin/s89/s89a7.html
http://usuarios.lycos.es/desiertoazul8/newpage38.html
aquí encontré estos en francés:
http://www.originepyrenees.com/mag/legend/index.html
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